Informe especial: Un paso adelante

1. Lo que dejaron las PASO

– La muy buena elección de Cambiemos a nivel nacional, incluyendo la paridad en la provincia de Buenos Aires, entusiasma al oficialismo de cara a las elecciones de octubre, ya que de repetirse (y ni hablar si mejora, como es de esperarse), obtendrá más bancas tanto en diputados como en senadores, lo cual tiene como correlato que el peronismo pierda su quórum propio en la cámara alta.

– Cambiemos cuenta hoy con 86 bancas en diputados y pondrá en juego 40. Con los votos obtenidos el 13/8 alcanzaría los 58 escaños, lo que lo dejaría con un bloque de 104 diputados, 18 más que los actuales. Por su parte, el espacio Frente para la victoria posee 71 bancas (considerando los aliados), de las cuales pone en juego 31, y con el resultado del 13/8 perdería una, para quedarse con 70.

– Por el lado del senado la noticia fue aún mejor para el oficialismo, ya que saldría aún más fortalecido que en diputados. La excelente elección de Cambiemos en todo el país le proveería un total de 26 senadores (si suma las 2 de PBA), lo cual implicaría un incremento de 9 bancas (respecto a las 17 actuales), y como este es un juego de suma cero, es decir lo que gana uno lo pierde otro, los distintos bloques de la oposición perderían esas 9 bancas. Además la oposición pierde los dos tercios en la Cámara, que implicaba cierta amenaza para el oficialismo

– El día lunes, entusiasmado por el resultado electoral, el mercado bursátil mostró una importante suba en los principales papeles, lo cual llevo al índice MERVAL a trepar un 3,4% hasta las 22.366 unidades  y como contrapartida el tipo de cambio mayorista mostró una apreciación de 2,4% hasta ubicarse en $17,29 en el mercado mayorista.

– Para Cambiemos se plantea un escenario positivo para octubre, no solo por el favorable punto de partida de los votos obtenidos en las PASO, sino porque el resultado de ellas (incluyendo su consecuencia en materia de percepción de muy bajas probabilidades de que la ex-mandataria vuelva a la presidencia) podría afianzar la recuperación económica en un contexto de mercados positivos, lo que en los dos meses restantes tal vez implique una mayor percepción de mejora en la economía, con las consiguientes repercusiones electorales positivas para el oficialismo.

2. La agenda post octubre

– Finalizadas las elecciones primarias y las de octubre, aún con un eventual resultado positivo para el oficialismo en materia de nueva composición del Congreso, existen desafíos que el gobierno deberá “atacar” para resolver los problemas de fondo que aún enfrenta la economía. Así, se deberá trabajar en un   trípode: fiscal, laboral y previsional de modo de lograr que la economía logre un crecimiento sustentable.

– Tras la llegada al gobierno de Cambiemos se registraron avances en materia de política económica, como la normalización y corrección de muchas distorsiones, pero es evidente que persisten problemas relevantes. Y entre ellos sin dudas sobresale el desequilibrio fiscal, cuya reducción es una materia pendiente que genera serios problemas de consistencia económica.

– Con gasto público en altísimos niveles, presión tributaria que ahoga al sector privado y elevado déficit fiscal, las cuentas fiscales actuales resultan más un ancla que un estímulo para la economía. Sin espacio social, político ni económico (recesión mediante) para ajustes acelerados, la receta ha sido un gradualismo criticado desde todas partes: ajuste brutal para la oposición, despilfarro insostenible para los ortodoxos.

– Si Cambiemos, en octubre, supera el 35% de los votos a nivel nacional y triunfa en la Provincia de Buenos Aires (lo que hoy luce como bastante probable), el gobierno cuenta con respaldo político para sostener las propuestas de cambios estructurales, como la reducción del desequilibrio fiscal (a un ritmo menos gradual), más consistentes con la dura política monetaria actual del Banco Central, la cual se irá relajando a medida que los datos de inflación vayan cayendo.