Actividad: Motores con baja potencia.
- 10 de abril de 2017
- Posted by: Administrador
- Categoría: Economics, Finance & accounting, informes economiocos
A continuación, el resumen del Informe Económico de la última semana. Lo invitamos a descargar el Informe Completo (provisto por Empiria Consultores).
1. Salimos…salimos?
Pese a que “la calle” no lo notó, el PBI registró su segunda suba consecutiva en la medición trimestral sin estacionalidad, marcando la salida estadística de la recesión iniciada en el último trimestre del 2015. Sin embargo, la salida es muy paulatina, y tardará bastante en ser percibida por la mayor parte de la población.
El INDEC indicó que, conforme a los datos desestacionalizados (s.e.), en el último trimestre del 2016 se registró una suba del Producto Interno Bruto del 0,5% con relación al trimestre anterior, mientras que en el período previo se había registrado una leve suba, de 0,1% s.e. Mientras este último dato revierte el signo de la cifra publicada previamente (y de las estimaciones privadas), la recuperación del último trimestre resulta extrañamente inferior a las estimaciones privadas.
En términos interanuales el PIB registró una caída de 2,1% en el cuarto trimestre del año, acumulando un retroceso de 2,3% i.a. en el año 2016. Así, se confirma la “regla” de los últimos años, por la que en los años impares la economía crece, y en los pares decrece.
Lo más preocupante de la lenta recuperación es la falta de dinámica en los motores del crecimiento. Conforme al informe del INDEC, ninguno de los componentes de la demanda (medidos de forma desestacionalizada) registró una performance positiva en el cuarto trimestre, por lo que el crecimiento del 0,5% se habría debido a acumulación de stocks y discrepancia estadística. En cambio, en el trimestre anterior habría sido el sector externo el que impulsó la muy leve expansión.
Conforme los datos oficiales, ni la inversión ni el consumo privado dieron señales positivas en la última parte del 2016. La inversión en el cuarto trimestre se situó en el punto mínimo desde el tercer trimestre de 2010, mientras que el consumo privado también continuó en retroceso. Esta última caída parece contraintuitiva para un contexto de (incipiente) recuperación del salario real y de (leve) crecimiento del empleo formal.
2. Como comenzó el 2017. Y como seguirá.
La dinámica de la economía continuó siendo modesta en los primeros meses del corriente año. Si bien se observa un importante impulso de la obra pública, el consumo de los hogares y la inversión privada permanecen rezagadas. Tampoco fue favorable el desempeño de las ventas externas, principalmente por el deterioro de las ventas de productos primarios, que un año atrás se habían visto impulsadas por la salida de los stocks remanentes de cereales.
La lenta velocidad de respuesta de la economía responde a varios factores. En un contexto de cambio de modelo, desde uno orientado al consumo a otro que busca equilibrar la dinámica del consumo con la de la inversión, los patrones de recuperación de una recesión son diferentes. En particular, la velocidad del crecimiento de la actividad demora más en llegar, dado que el exceso de capacidad instalada y la necesidad de generar confianza respecto a que las nuevas reglas imperantes son de largo plazo son limitantes para que los empresarios decidan invertir. También el mantenimiento de cierta incertidumbre política, la reducción del ingreso disponible de los hogares por el aumento de los precios de los servicios públicos y la política de precios transparentes han impactado negativamente en el consumo y el crecimiento-
Con estas restricciones, se explica que el Gobierno tome la delantera con la inversión en infraestructura y obra pública, buscando acelerar el movimiento inicial de la rueda. Sin embargo, dada la baja ponderación de la inversión pública, éste movimiento tiene un impacto reducido para dinamizar la economía, mientras que la incertidumbre política y la percepción de desequilibrios pendientes limitan su impacto para alentar al resto de los agentes económicos a incrementar sus inversiones. Por ello y por la presencia de ajustes en curso y otros aún pendientes, se prevé que la expansión económica en el año sea positiva pero moderada. A cambio, todo apunta a que en 2018 se rompería el esquema de crecimiento/caída año impar/año par que caracterizó a la economía en los últimos años, a medida que se consolida el proceso de inversiones y se recupera el consumo.