Informe Económico. ENTRE LA SEQUÍA Y LAS CORRECCIONES MACROECONÓMICAS

06 de marzo de 2018

 

Una sequía con efectos aún moderados

 

  • En los últimos meses se ha hecho presente una sequía que está afectando negativamente el desarrollo de la actual campaña agrícola de granos gruesos. El regreso de la Niña tendría un impacto negativo en los volúmenes a recolectar y en términos de actividad económica. De mantenerse las condiciones actuales, el impacto sería similar al del año 2012 pero bastante inferior al registrado en la sequía de 2009. Y en términos financieros y comerciales el deterioro de la campaña tendrá un efecto menor al de otras ocasiones. Elevados niveles de stocks, suba de precios internacionales y la apertura de la cuenta financiera amortiguarían sus efectos sobre el mercado cambiario.
  • Según las estimaciones más recientes elaboradas por la Bolsa de Cereales de la Provincia de Buenos Aires, se perderían aproximadamente 10 millones de toneladas de soja y 5 millones de maíz debido al déficit hídrico respecto a lo proyectado inicialmente. El efecto global del deterioro de la actividad implicaría un retroceso cercano al 12% del volumen a cosechar con respecto a los valores obtenidos en el ciclo 2016/17. La caída es significativa pero aún no representa la catástrofe que se registró en 2009, donde el deterioro fue de un 37% en el volumen total.
  • Los efectos de la menor cosecha se van a visualizar a través de diferentes canales, con impacto diverso en los distintos sectores económicos. En lo que respecta a los ingresos del interior del país, implica un deterioro relevante en las ventas directas. La pérdida estimada del valor de la cosecha se encuentra cercana a los USD 3.000 millones (0,5% del PIB). La mayor caída en valor se concentraría en las ventas de pellets (46% del total), aunque su retroceso en monto sería bastante inferior gracias a la mejora de los precios internacionales, que amortiguará el impacto de la sequía en el ingreso de los productores (al menos como grupo) y en las exportaciones en el año. Ello se debe a que la mayor parte de las pérdidas se ubica en la zona núcleo de la soja, y dicha zona es la que retiene los mayores stocks excedentes de la campaña anterior, unos 13 millones de toneladas.
  • La sequía impacta directamente en la actividad económica del sector, y en forma indirecta afecta a sectores relacionados, como el transporte y la actividad comercial exportadora. Para la campaña en curso, el fenómeno climático impactaría reduciendo el PBI del sector agropecuario en 0,5 puntos porcentuales, guarismo relevante pero inferior al ocurrido en ocasión de sequías en años precedentes (aunque no es posible incluir aún en la evaluación el posible impacto sobre la próxima campaña).
  • El impacto de la sequía en el orden comercial y financiero sería el más limitado. Paradójicamente, debido a los stocks disponibles y suponiendo que se volverán a ubicar en niveles similares a los históricos en relación al consumo, los resultados comerciales hasta podrían ser mayores. En lo que respecta al mercado financiero, en el 2018 la venta de stocks atenuaría los efectos de la sequía sobre el mercado cambiario, o incluso implicarían mayor oferta.

 

 Actividad económica: cierre de 2017 y cómo sigue en 2018

  • Los últimos datos de actividad económica han exhibido una moderación del crecimiento que se ha visto aplacado principalmente por el fuerte ingreso de productos extranjeros, dado que la demanda agregada se ha mantenida sostenida. No obstante, se prevé un leve deterioro de la actividad económica en el primer semestre del año, tras la suba del tipo de cambio, los fuertes ajustes tarifarios, y los efectos de la sequía.
  • El incremento de la incertidumbre, la caída de la confianza, la transitoria caída de los salarios reales, la reciente suba del tipo de cambio real y la sequía repercutirán negativamente en los próximos meses, con mayor impacto probablemente en el segundo trimestre. Este combo de factores reduce la estimación global de crecimiento de la actividad económica para este año al 2%, contra el 2,4% que se esperaba poco tiempo atrás. Sin embargo, se mantiene la proyección de crecimiento en torno al 4% para el 2019, lo que implica un mayor rebote en la última parte de este año y en la primera parte del año próximo.


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