Política Cambiaria: Pragmatismo Limitado
- 17 de mayo de 2017
- Posted by: Administrador
- Categoría: Economics, Finance & accounting, informes economiocos, novedades
A continuación, el resumen del Informe Económico de la última semana. Lo invitamos a descargar el Informe Completo.
1. El gobierno encerrado en el “laberinto macro”
Las dificultades para cumplir las metas de inflación establecidas por el BCRA son cada vez más patentes, aún cuando ello era esperable para un contexto de subas de tarifas, alta inercia después de años de alta inflación y un reciente sinceramiento cambiario, y con un desequilibrio fiscal del cual se habla mucho pero se hace poco. Pese a que desde marzo el BCRA dispuso subas en las tasas de interés, tratando de asegurar el cumplimento de sus metas inflacionarias, la inflación de abril superó todos los pronósticos y complicó aún la enclenque credibilidad en la Autoridad Monetaria, en un contexto donde la actividad económica apenas muestra algunos incipientes signos de repunte.
Con un IPC-GBA que acumula 9,1% en el primer cuatrimestre (y esperando cuanto menos un mes adicional con un registro no muy por debajo del 2%), si bien es esperable que, terminado los aumentos tarifarios de este segundo trimestre, la inflación vuelva a desacelerarse, se requieren subas de precios bien por debajo del 1% mensual en el segundo semestre del año, para lograr cumplir la meta propuesta del 12%-17%.
Las bajas expectativas respecto a la posibilidad de alcanzar esas cifras genera serias dudas respecto a las metas del 2018, en particular teniendo en cuenta que aparentemente no habría nuevos anuncios tarifarios para lo que resta del año, lo que implicaría que algunos aumentos serían trasladados al año próximo.
2. Tipo de cambio: intervención con poco resultado
Con la supuesta idea de darle mayor volatilidad al tipo de cambio (léase evitar que se siga apreciando el peso), a fines de abril el BCRA amplió el límite de la Posición General en Moneda Extranjera desde 25% a 30% de la RPC y eliminó los límites a la Posición General de Cambios. Estas medidas, sumadas a la “nueva meta” del BCRA, de alcanzar un ratio de reservas/PBI de 15% (lo que implica incrementarlas en más de 50%, o USD 30.000 millones) implica que el BCRA dio un giro en su política, que ahora parece incluir al tipo de cambio como variable relevante.
La razón de lo anterior es sencilla: mientras que el tipo de cambio acumula una suba inferior al 20% desde el cierre del 2015, la inflación acumula más de un 50% en el mismo período, con el consiguiente fuerte atraso cambiario, cuya presencia ya nadie discute. Esto ha llevado al BCRA a olvidarse de su “prescindencia cambiaria” (“el tipo de cambio no importa porque es determinado libremente por el mercado”, “no hacen falta reservas, ya que el BCRA no intervendrá”) y comenzando a intervenir de forma periódica, pero sin grandes resultados. El reducido efecto se debe no solo a la entrada de dólares originados en la toma de deuda en el exterior, a que los exportadores están liquidando parte de los ingresos de la cosecha gruesa y a que fondos de inversión del exterior traen capitales para aprovechar la rentabilidad de las inversiones en moneda local, sino también a la forma en que se hacen las intervenciones.
Las intervenciones las realizan bancos públicos (que luego “cierran” con el BCRA), en lugar de hacerlas directamente la Autoridad Monetaria, buscando así minimizar toda controversia respecto a la consistencia entre esta política y el mantenimiento del esquema de Metas de Inflación, que en “forma purista” requiere un tipo de cambio de “libre flotación”. Si el BCRA quisiera dar una señal clara al mercado respecto al tipo de cambio, debería intervenir de manera directa en el mercado, situación que iría a contramano de los principios rectores ligados al mencionado régimen, al menos conforme lo que sostenía la misma Autoridad Monetaria poco tiempo atrás.
3. Los créditos personales e hipotecarios muestran señales de reactivación
En un contexto caracterizado por un tipo de cambio con baja volatilidad, inflación alta y tasas activas elevadas, los préstamos en pesos registraron en abril un leve repunte (1,9%), luego de la desaceleración del mes anterior, en el marco de una economía que muestra una reactivación selectiva. Dicha dinámica responde mayormente a la suba de las líneas al consumo, que aceleraron su ritmo de crecimiento mensual al 2,4%, por debajo del crecimiento de marzo (2,5%), pero por encima de la tasa de expansión de los meses anteriores y de abril del año anterior (1,3%).